CHERNOBYL
CAPÍTULO I
“¿En qué momento nos
pasó esta maldita idea por la cabeza?”
Hace años un
grupo de amigos de la Universidad Humboldt de Berlín, Alemania decidió viajar a
la famosa ciudad fantasma de Chernobyl. Lo que no sabían que esa “emocionante”
aventura terminaría con algo trágico y lleno de dolor. . .
-Jason, tengo
muchas cosas que hacer, no estoy para “aventuras” –Volvió a repetir por segunda
vez la castaña, mientras sacaba sus libros para la siguiente clase.
-Vamos Hana,
será divertido, además es nuestra última oportunidad de salir todos juntos. . .
Saúl y yo comenzaremos nuestras prácticas dentro de poco. –Replicó el chico de
estatura baja fingiendo desesperación y sufrimiento.
-Deja de ser
dramático, todavía debemos de consultarlo con David y Estefanía. . . –Sentenció
cerrando la puerta de su casillero, soltó un suspiro y acomodó su mochila sobre
su hombro.
-Vamos, esos
tres han de estar en los jardines, quiero preguntarles que piensan acerca de
esto. –Mencionó Jason con una gran sonrisa.
El chico prácticamente
arrastró a la castaña de cabello corto hasta los jardines de la universidad.
Después de unos cuantos regaños por parte de Hana, lograron llegar al área
donde habitualmente se sentaban a desayunar.
-¡Hey! ¿Y esa
cara Hana? –Dijo algo divertido el chico que leía un libro sobre ingeniería.
-Muy
gracioso, David. –replicó la chica mientras se sentaba en la mesa junto a
Jason.
-¿Y
Estefanía? –Cuestionó Saúl sin despegar la vista de su celular.
-De seguro
esta en práctica de laboratorio. –Supuso David dejando el libro de lado.
-Mh. .
.Bueno, luego les contamos. –Jason se acomodó en su asiento e hizo una pausa
dramática. - . . .
-¡Ya diles,
carajo! –Levantó la voz la castaña, a veces le desesperaba aquel chico.
-Ya pues, ya
les digo. –Respondió frunciendo el ceño debido a que la chica lo espantó.
–Tengo una gran y asombrosa idea. ¿Qué tal si vamos a Chernobyl?
-¿Qué
dijiste? –Se alcanzó a escuchar un chillido proveniente de los pasillos del
edificio.
Todos
voltearon a ver una chica de estatura media con cabellera ondulada y castaña.
–Fany. –Dijeron al audísono los chicos de la mesa de jardín.
-Hola chicos.
Acabo de salir de clases. ¿Qué fue lo que dijeron? Me parece increíble. –Su
rostro mostró una expresión de entusiasmo y emoción al imaginarse en aquel
lugar.
-Y ¿Qué
haremos allá? –Preguntó con desinterés aun prestando más atención a su celular.
-
Saúl,
¿Podrías dejar ese maldito celular por unos segundos?
-Ya pues
Hana, pero no te enojes. –Dejó aquel gran aparato sobre la mesa. –Tenía una
bueno conversación con mi novia.
-No nos
interesa con quien estabas hablando, lo que importa es que haremos ahora.
–Sentenció Hana.
-Ya
tranquila, no te desesperes. –Dijo el chico que sostenía el libro entre las
manos.
-Bueno, como
les decía, hoy en la mañana leí un artículo sobre Chernobyl y me llamó mucho la
atención, entonces se nos ocurrió la gran idea de ir a investigar por allá.
-¡¿Eh?!
–Dijeron todos.
-¡Es genial
esa idea! –Respondieron casi todos.
-¿Estás loco o
qué? –Exclamó Hana. –La idea fue tuya.
-Nada. Ya
dije. . . De ambos. –Aquel chico sonreía victorioso y la chica de cabello corto
se limitó a soltar un largo suspiro.
-Y ¿Cómo
iremos?-Preguntó David.
-En burro.
–Dijo Saúl.
-¡Saúl!
–Gritaron.
-Ya me calmo. . . Aunque no suena tan mal. –dijo
arqueando una ceja acompañada de una sonrisa.
-No, deja de
pensar en cosas que no sirven para tu cerebro y con lo otro podemos rentar una
camioneta –Comento Hana algo más interesada en el tema.
-¡Buena idea!
¿Qué opinan chicos? –Preguntó animado el más bajo de todos.
-Por mi está
bien. –Exclamó Fany.
-Por mi
igual. –Opinó David aun manteniendo su vista en el libro.
-¿Y tú, Saúl?
–Hana miró de manera intimidante a aquel chico.
-Ok, rentemos
la camioneta. . . ¿Puedo. . .
-No, no
puedes llevar a tu novia, esta “aventura” es para AMIGOS. . . ¿Entendiste?
–recalcó Hana la palabra “amigos” mientras se levantaba de su lugar. –Jason,
reunión en casa de David para hablar más detalles. . . Los quiero puntuales a
las 4:00 y lo digo por ti, Saúl. –Sentenció saliendo de aquel lugar para ir a
su taller de habilidades lectoras.
-Ya oyeron a
la general. . . –Bromeó Jason haciendo una seña de soldado con su diestra.
-Que amargada
es. . . –Musitó Saúl volviendo a tomar su celular para seguir en su
conversación.
De pronto el
celular de alguien comenzó a sonar, Saúl por su parte seguía en su plática.
–Mío no es. . . –Dijo distraído.
Fany
reconoció el tono y sacó rápidamente para atenderlo. . .
-¿Sí? ¡¿Cómo
que una fuga de gas?! ¡Voy en unos instantes! –Cortó la llamada
desesperadamente. –Lo siento, hubo una fuga de gas y debo ir a verla. . .
–Dicho esto prácticamente salió corriendo al laboratorio para atender la
emergencia. . .